¡Muy buenas otra vez
amig@s!
Estoy seguro de que los
habituales de este blog os sorprenderéis de que después de tanto tiempo haya
dos post casi seguidos, y es que hay dos razones, la primera es que estoy de
vacaciones (¡yuhu!) y con este tiempo no he podido hacer nada más que invernar.
Pero la segunda y no
menos importante es mi vuelta a mi ciudad.
Este puente tenía ganas
de sexo con parejas y me hubiera gustado conocer gente nueva, pero me resultó
imposible. A pesar de buscar y preguntar no he encontrado locales de
intercambio, así que volví a quedar con una de las parejas que ya conocía y que
siempre están disponibles para mí para lo que desee.
Estando con ellos
charlando, no pude evitar sacar la conversación sobre qué es una pareja swinger
o abierta y de cómo estaba el ambiente en mi ciudad, y por eso se me ha
ocurrido que estaría bien escribir un post sobre ello.
En mi opinión, una
pareja abierta no es nada raro, y me explico. Son muchas las razones que llevan
a una pareja a hacer intercambios o a introducir otras personas en su relación,
cada pareja tiene las suyas, pero lo que sí está claro es que hay un inmenso
número de parejas que ya sea por sus convicciones morales, timidez, miedo
social o falta de comunicación con su pareja, no entran en este mundo, pero no
me cabe ninguna duda de que si no fuera por estas razones, disfrutarían de una
relación liberal, de hecho estadísticamente una de las fantasías más
recurrentes es la de mantener relaciones sexuales fuera de su pareja, lo cual
me lleva a pensar que si bien el número actual es bajo, el número potencial de
parejas swinger es numerosísimo, de ahí mi afirmación de que no es nada raro.
Igualmente no es nada
rara la personalidad de estas parejas, son personas normales y corrientes, como
tú y como yo, que han elegido vivir su sexualidad o su relación de pareja de
una forma diferente. Por mi propia experiencia, hay de todo, como en botica,
personas insoportables, desagradables, bordes, o que físicamente no hay por dónde
cogerlas, pero al menos por mi parte, he tenido muy buenas experiencias, de
hecho me considero amigo de varias parejas a pesar de que con el tiempo y la
lejanía nos hemos distanciado, pero cuando el tiempo y nuestras obligaciones
profesionales o familiares nos lo permiten, no dudamos en quedar no solo para
mantener sexo sino también para tomar un café y charlar.
En este sentido, tened
muy en cuenta que una pareja liberal no son enfermos mentales ni gente
obsesionada con el sexo. Como os decía, hay de todo, si bien suele ser gente
súper agradable y con un punto de vista diferente del que tiene la generalidad,
pero ante todo son personas. Lo digo sobre todo por la multitud de chicos que
se dedican a enviar “fotopollas” por las diferentes redes sociales de
intercambio o por internet, o se presentan con un “hola, quiero follar”, o
envía mil mensajes para quedar, o se hacen pasar por chicas o parejas. No
chicos, no hagáis eso, no resulta agradable y es totalmente perjudicial y
contraproducente.
Por otro lado, y a
pesar de que ha mejorado mucho la situación, el mundo swinger sigue siendo un
auténtico tabú. Es totalmente entendible la necesidad de guardar un cierto
anonimato, todos tenemos una vida privada, pero tampoco nos obsesionemos, no es
necesario llevar una vida oculta. En este sentido, me parece maravilloso que
hayan aparecido reportajes en la televisión sobre locales de intercambio de
parejas o el caso de la presentadora Nuria Roca, que recientemente declaró que
formaba parte de una pareja abierta (bravo por ella y su sinceridad), creo que
da luz a esta forma de vida y muestra a las parejas liberales como son,
personas normales y corrientes.
En este punto, me
gustaría que tod@s los que me leéis hagáis una pequeña reflexión. Todos
conocemos casos (muchos) en los que una de las partes es sexualmente infiel a
la otra parte de la pareja y para evitar una ruptura o una situación de crisis
lo guardan en secreto. En muchos de estos casos no es una cuestión de fin de la
pareja, simplemente ha pasado, y ahora os pregunto, qué es peor, ¿haber sido
infiel o mentir a tu pareja? No voy a dar mi opinión, pero pensad en esa doble
moral en la que es preferible mentir a tu pareja que serla infiel.
Ya para ir terminando y
al hilo de la anterior reflexión que me encantaría que hicierais, me gustaría
plasmar una idea: el amor no es sinónimo de sexo. Esta es una de las muchas
razones por las que admiro a las parejas liberales, porque es algo que tienen
más que claro, una cosa es que te apetezca cambiar de pareja para mantener
sexo, incluso de género para ello, o para dar rienda suelta a fantasías aún no realizadas
y otra muy diferente es el cariño o amor que se tiene hacia tu pareja, es
decir, una cosa es disfrutar del sexo dando rienda suelta al desenfreno, a lo
físico, y otra muy diferente son los sentimientos.
Como conclusión a todas
las ideas que he ido plasmando, no sé si con la claridad con la que me gustaría
expresarlas, y sin duda, dejándome muchas en el tintero, debo decir que si bien
todos sabéis cual es la situación actual en este “movimiento”, yo soy
optimista, cada vez existe una mayor aceptación a los nuevos modelos de pareja
y una mayor visibilidad para las parejas liberales, a mi juicio y a pesar de
las muchísimas manzanas podridas, el nivel de tolerancia de las sociedades
occidentales cada vez es mayor, no hay más que ver que en nuestro país hemos
pasado en cuarenta años de encarcelar homosexuales a permitir su matrimonio,
por lo que pienso/espero/deseo/sueño con que llegue un día en el que ser una
pareja abierta no sea un tabú y consigamos un nivel de tolerancia tal en el que
a nadie le importe ni tenga por qué criticar nuestra forma de vivir nuestra
vida.
Espero vuestros
comentarios y vuestras opiniones.
¡Hasta pronto!
No hay comentarios:
Publicar un comentario